HISTORIA DE LA VILLA
La Villa de Rota es un municipio español, de la provincia de Cádiz, sus coordenadas geográficas son 36º 37' N, 6º 21' O. Su extensión superficial es de 84 km2 y limita con las ciudades de Chipiona, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María, situada a una altitud de 9 metros y a 51 kilómetros de la capital de provincia, Cádiz.
A causa de su situación geográfica, fue punto de paso y a su vez de encuentro de culturas antiguas que han ido dejando huella en la historia de nuestra Villa, una historia muy rica en matices y en influencias culturales, como pueden ser las típicas casas que trascala, las callejuelas de las flores, los corrales y nuestra de forma de hablar, (jala, tapijo, jato...), nuestra forma de vivir y cultivar la tierra, la mayetería,...
La historia de Rota se remonta a la Prehistoria, Edad de Cobre, al haberse encontrado restos arqueológicos de una necrópolis, de esta fecha, Esta Villa debió ser fundada por los fenicios, los mismos que fundaron Cádiz y parece que fue quienes la bautizaron como Astaroth (nombre que recibe su puerto deportivo). Siendo Asta Regia, una de las ciudades más importantes de la civilización Tartésica.
Durante la época romana, se baraja la posibilidad de que la ciudad pasara a denominarse Oleastrum, que significa "rompeolas", tal vez por las rocas que encontramos en la Bahía en las cercanías de la ciudad que dificultaron la navegación. Posteriormente pasó por otras denominaciones como Speculum Rotae, Rabita Rutta, Rotta, etc. Acercando así su nombre a tal y como la conocemos hoy en día.
En 1248, con la toma de Sevilla por parte de Fernando III el Santo, Rota se somete, tras los pactos que permitían a toda la comarca una cierta autonomía. Tras la toma de Cádiz se produce un alzamiento mudéjar, asesinando a la guarnición castellana que había permanecido en Rota. Tras la toma de Jerez en 1264, la población mudéjar es expulsada. El reparto de tierras se efectuó entre los que había participado en la ocupación y siempre supeditada a la condición social. Sin embargo, la vida allí fue poco menos que dura, dado el estado de los edificios y los continuos ataques de los musulmanes.
Ya cristianizada, su nombre pasó a ser Rotta y, finalmente, Rota. Sancho IV, en 1285, concede la administración de la Almadraba para que el dinero se emplease en la defensa del término, mediante la construcción de atalayas. En 1297, el rey Fernando IV de Castilla concedió a Guzmán el Bueno las tierras entre los ríos Guadalete y Guadalquivir, comprendiendo dicho territorio los actuales términos de Rota,
Chipiona y Sanlúcar de Barrameda y, según la tradición, emprendió en Rota la construcción del castillo de Luna.
En 1303, Isabel Pérez de Guzmán, señora de Rota y Chipiona e hija de Guzmán el Bueno, contrajo matrimonio con Fernando Ponce de León, señor de Marchena y bisnieto del rey Alfonso IX de León, y aportó como dote matrimonial los señoríos de Chipiona y Rota, que se incorporaron de ese modo a las posesiones de la familia Ponce de León, de la que surgiría la Casa de Arcos. Y el 8 de agosto de 1349, hallándose el rey Alfonso XI de Castilla en la ciudad de Sevilla, confirmó a Pedro Ponce de León el Viejo, hijo de Fernando Ponce de León y de Isabel Pérez de Guzmán, la posesión sobre la villa de Rota, por los numerosos servicios prestados a la Corona.
Los Reyes Católicos la visitaron en 1477 con ocasión de su viaje a Andalucía, y se hospedaron en el castillo, siendo agasajados por Rodrigo Ponce de León, marqués-duque de Cádiz, durante los días 6 y 7 de octubre. Poco después nació en Rota el humanista Juan de Quirós, quien hacia 1547 era en Sevilla maestro de poesía de Benito Arias Montano y el poeta de más prestigio en esa ciudad.
En 1522 se vive en Rota una epidemia de peste, que se repite en 1569. En 1680 se declara otra epidemia, acompañada de escasez de cosechas, con lo que en 1687, Carlos II concede la exención de algunos tributos.
Rota es invadida por el ejército anglo-holandés, el 27 de agosto de 1702 durante la llamada Batalla de Cádiz. El muelle de Rota es utilizado para el desembarco de sus tropas. Casi un mes después, se retiran tras haber tomado El Puerto de Santa María y Puerto Real, debido a las numerosas bajas sufridas, dejando Rota en grave estado de devastación tras el saqueo. En 1780, al morir Antonio Ponce de León, XI duque de Arcos, sin dejar sucesión, el ducado pasó a doña María Josefa Pimentel y Téllez-Girón, condesa-duquesa de Benavente, casada con don Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pacheco, IX duque de Osuna y con esto al patrimonio de la Casa de Osuna
En el siglo XVIII la ciudad es invadida por los anglo-holandeses durante la Guerra de Secesión. En el XIX la fiebre amarilla y la invasión napoleónica debilitaron algo la zona, pero se recuperó rápido, y en 1873 Rota se declara cantón independiente.
Ya en el siglo XX debemos destacar el año 1955, cuando se instaló la base naval, algo que provocó el abandono de medios tradicionales de subsistencia como la pesca y la agricultura. Esta situación se sigue repitiendo en la actualidad, con la diferencia de que la base naval ya no es hoy el motor de la zona, sino más bien el turismo. No debemos obviar por tanto la relevancia que tuvo y que tiene la Base Naval en las últimas décadas en la ciudad. Sin duda, la historia de Rota y todos los pueblos que pasaron por ella han dejado una impronta imborrable en sus calles y gentes.