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Esta ruta que comienzas se enmarca en torno a la conmemoración del 8 de Marzo Día Internacional de la Mujer.
¿Sabes qué es? ¿Y por qué se conmemora este día?
El Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo fue declarado Institucionalmente por la ONU en 1975.
Su origen es a veces contradictorio y tiene varias versiones, una de ellas que creemos más fidedigna es que el 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema 'Pan y rosas' para protestar por las míseras condiciones laborales y reivindicar sus penosas condiciones laborales.
El episodio que habrás escuchado sobre haber sido incendiada una fábrica textil en Nueva York, por el empresario ante las protestas de las trabajadoras, y en el que murieron 123 mujeres, no se corresponde con esa fecha y aunque fue un hecho real, ocurrió el 25 de marzo de 1911.
La mujer en España y en el comercio (primeros del siglo XX hasta la actualidad).
A primeros de siglo XX, España era un país eminentemente agrícola y pesquero.
La incorporación laboral de la mujer a sectores industriales, fue muy reducida y en zonas geográficas limitadas.
Cuando trabajaban en la industria, este trabajo no les proporcionaba independencia alguna, ya que entonces el trabajo femenino no era una opción sino una necesidad, (se habían quedado viudas, o huérfanas…) también se entendía el trabajo de las mujeres de forma habitual como un complemento “ayuda” a la economía familiar, ya que las «verdaderas» obligaciones familiares de las mujeres eran la casa y l@s hij@s.
El único sector donde la mujer tenía una mayor representación era en aquellos que se consideraban como prolongaciones domésticas, es decir, como personal de servicio, costureras, planchadoras...
Por otro lado, cuando ante una situación familiar límite, la mujer se veía obligada a trabajar para evitar la miseria familiar, aun así, se encontraba muchas veces con la negativa del padre o esposo, ya que ese trabajo se suponía una bajada del status social, si pertenecías a una clase acomodada y una vergüenza para el marido o padre que no podía cumplir con su “obligación” de alimentar a los suyos.
Esto no ocurría con las clases menos favorecidas donde la mujer era mano de obra, donde pudiera, en el campo, en el servicio doméstico incluso de manera interna en el hogar de los patrones, para con ello evitar tener una boca más que alimentar en época de hambruna.
Por otro lado, y como ya hemos dicho España era un país, y especialmente las zonas geográficas como la nuestra, fundamentalmente agrícola, las mujeres que trabajaban en el campo, no podían ser propietarias de las tierras y si lo eran por herencia de sus progenitores, normalmente no podían gobernarlas. Su situación como obreras u/o como propietarias era bastante peor a la de los hombres, ya que sus condiciones de vida consistían en trabajar de sol a sol, en el campo, compaginándolo con el mantenimiento del hogar, cuidando a sus maridos, a l@s niñ@s y a l@s ancian@s.
Estas mujeres desarrollaron toda una gran diversidad de actividades que hicieron de ellas seres muy capaces y autónomos en su productividad y utilidad: guisaban, tejían, criaban ganado, cuidaban la huerta, hacían quesos y conservas, comenzando a poner en práctica la comercialización, con el intercambio de productos que ellas mismas elaboraban y de ahí creemos que nació el permiso para que las mujeres tuvieran presencia en el comercio.
En nuestro pueblo de Rota, concretamente, las mujeres comerciantes o al frente regentando sus propios comercios, y que tengamos referencias datadas, nos las encontramos después de la guerra, las primeras de las que tenemos aún por sus herederas una historia viva son las carniceras, de carne y pollo, del Mercado de la Merced o Mercado central.
DOÑA MARIA, DOÑA ENRIQUETA Y DE DOÑA CANDELARIA PRIMERAS MUJERES EN TENER UN PUESTO DE CARNE EN EL MERCADO CENTRAL.
Curiosamente la foto que podéis ver en el lateral se corresponde con la inauguración del mercado tras su reforma, solo aparecen hombres, teniendo ya estas mujeres que han sido nombradas sus puestos, no se les permitió acudir.
No es hasta febrero de 1988 donde tras la aprobación de un Real Decreto se permite, por primera vez, el acceso de la mujer a las Fuerzas Armadas del país, bajo las mismas condiciones de acceso y promoción que los hombres.
Gracias a aquello, 27 mujeres atravesaron por primera vez las puertas de las academias militares del país en calidad de alumnas: 18 enfermeras, cinco médicas, una farmacéutica, una ingeniera, una auxiliar de armamento militar y una interventora.
El ingreso de aquellas mujeres generó muchísima expectación en la sociedad de la época. Tanta, que, en su primer fin de semana con permiso para pasear por la ciudad, las jóvenes cadetes tuvieron que salir vestidas de paisano para no verse acosadas por los medios y por eso los mandos de la Academia se vieron obligados a convocar una rueda de prensa multitudinaria.
Ellas abrieron el camino hacia la paulatina normalización de la mujer en el ejército.
En 1989 el Consejo de ministros aprobó abrirles también el acceso a las academias generales y a todas las armas cuerpos y escalas mientras que, en 1990, la mujer podría ingresar también a las Fuerzas Armadas como soldado voluntario.
No obstante, y aunque como hemos dicho desde 1988 la mujer puede acceder al modelo de soldado profesional esta estaba vetaba en los puestos 'de primera línea' y con ello el acceso a la Legión, la Brigada Paracaidista y otras unidades especiales. No fue hasta 1999, cuando Defensa decidió apostar de forma definitiva por el modelo de Ejército profesional, cuando se reguló un el principio de igualdad real.
Desde la puerta que da a la base explicación de la mujer y la Base Naval, así como el acceso de la mujer a las fuerzas armadas y marina.
El muelle que veis al fondo corresponde a la Base Naval de Rota, que se estableció en España en 1953, mediante un tratado conjunto con el entonces Gobierno de la dictadura, por lo que la Base Naval es de uso militar americano y española.
Es por tanto que, a las mujeres de nuestra localidad, en esta época, se les abrió, una nueva opción laboral, ya que, si se formaban en Ingles, con Don Vicente Beltrán (alias Chaqueta y otros), y en mecanografía, la famosa academia de Doña Josefita Martin Arroyo, básicamente, podían tener acceso a los puestos de trabajo que en la misma se ofrecieron a la población. Por ello, y pese a que en esa época las mujeres no podían tener a su nombre una cuenta corriente ni podían aceptar un puesto de trabajo sin el consentimiento del padre y/o esposo, muchas mujeres de Rota accedieron a la base en unas condiciones laborales mucho más beneficiosas que en el resto de España, consiguiendo, aunque fueran tuteladas por sus maridos o padres, un poco de independencia económica y social que no había en el resto de nuestro país.
Hubo pocas jóvenes locales preparadas que accedieron a puestos relevantes y algunas de ellas procedían del Taller mecánico de la Ford, que estaba instalado en la Avda. San Fernando (actual Auditorio), fueron Doña Teresa Torres, Doña Mercedes y Doña Cecilia Zapata entre otras.
Estas mujeres no podían entrar y salir solas del recinto de la Base, por lo que tenían que ser acompañadas con algún familiar o conocido de la familia, siempre varón. Un medio habitual utilizada sobre todo para el personal de limpieza que era habitualmente femenino era el autobús, de donde salieron muchos noviazgos según nos cuentan.
Saliendo del Mercado en la calle compas del convento, se encontraba el bar de Paquito Arjona, cuya mujer Doña Ana, hizo famosa la tasca por su “morena en adobo”.
Y en la esquina de esa misma calle, una de las primeras mujeres al frente de un estanco Doña María Gallego, donde también vendía aceite y comestibles y estuvo mucho tiempo al frente del Auxilio Social que después os contaremos.
Desde aquí podéis divisar las calles principales comerciales de la Villa que salían desde la Puerta de Tierra (Arco de la Villa).
La Calle Veracruz y sus aledaños, Castelar y Charco, en estas calles estaban situados los mejores Colmados (comercio de todo un poco) y refinos (Mercerías).
La primera referencia de una mujer en la Calle Veracruz, al frente de una actividad comercial, fue Doña Inés Cano Benítez, como propietaria de un molino de aceite, en el SXVII, aunque no nos consta muchos más datos de ella.
Más avanzado en el tiempo, en los años 50 y 60 se conoce en esta calle Veracruz, localizada en el local nº 7 actual, la confitería de Doña María Ramos, ella no elaboraba los dulces, por entonces no había obrador en Rota, traía los dulces del Puerto de Santa María.
El colmado de tela de Doña Emilia Boada.
La frutería de Doña Soledad Fabre, también soltera.
Durante muchos años y hasta su traslado a la Calle Higuereta, estuvo en esta calle junto a la Iglesia de la Caridad, la mercería de Doña Mariquita Neva, que permaneció soltera durante toda su vida, y al frente de la mercería, fue sin duda la más vario pinta de nuestro pueblo, por el desordenado desorden en la que la mantenía y por la presencia de un loro que su propietaria tenía como animal de compañía.
También junto a ella estaba el Auxilio Social, sitio donde las mujeres debían acudir a estudiar labores y actividades propias femeninas, donde obtenían un certificado que las facultaba para poder sacarse el carnet de conducir, trabajar en la base o de maestras…, esta sesión femenina tenía que supervisar y validad la capacidad de la mujer. También allí se repartía leche y queso americano a las familias más necesitadas, una de las primeras mujeres que estuvo al frente de este auxilio social fue Doña María Gallego, como antes hemos referido y más reciente Doña Manolita Mora, que cuando paso a dar clase en el Instituto, en los años 80, daba la asignatura de Hogar.
No podemos dejar de mencionar a Doña Carmina al frete de la Caja de ahorros, en la C/ Rosario. Que, desde su puesto de trabajo, ayudaba muchas veces a las mujeres para abrir sus propias cuentas no pidiéndole las autorizaciones de sus padres o maridos, como estaba establecido.
Doña Dolores Carmona “La santera del Carmen”, vivía en la C/ Rosario y era conocida porque les cogía las carreras a las medias, ya que entonces las medias también se reparaban.
La carbonera y estanquera Doña Carmen Ruiz Herrera, apodada “Carmen la Camacha” viuda, en la Calle Castelar.
O el Colmado de Doña Manolita Lucero, (donde ésta el actual Hostal Torito) mujer trabajadora incansable y famosa por su caridad y dedicación a los más necesitados, y cuya labor continua actualmente fuera de nuestras fronteras, con el país vecino, al que manda ropa, enseres y alimentos para ayudar a las madres de la congregación, Teresa de Calcuta de Tánger, que recogen mujeres embarazadas y con hijos/as, repudiadas por ello, por sus familias.
Doña Josefa Sánchez, viuda, que vendía en su casa de la Casa García Sánchez, el cubo de agua a una gorda, ya que entonces no había canalización de aguas, hasta que no llegaron los americanos en el año 1953 no se instalaron, pero ella tenía grifo en su casa y la audacia de ella fue venderla y mantener con lo que ganaba a sus hijos.
MAESTRAS / EDUCACIÓN MUJERES EN RUTA HASTA PLAZA DE ANDALUCIA
De forma mayoritaria, la población femenina ha tenido un acceso menor a la educación, ya que era un privilegio al alcance de muy pocos, fundamentalmente destinada a hombres y prácticamente vetada a la mujer.
Los niños tenían un tutor o iban a la escuela donde se les enseñaba a leer, escribir, matemáticas, geografía etc.…,
Las niñas por el contrario si eran adineradas tenían una institutriz que las adiestraba para su futuro papel de esposas y madres y les enseñaban canto y bordado antes que el alfabeto. En el caso de familias pobres, las niñas no tenían acceso a la escuela y debían trabajar desde pequeñas.
La importancia de que las mujeres accedieran a la escuela, fue impulsada principalmente por la idea de considerarlas como un medio para ayudar a la formación de sus hijos, no para su propio aprendizaje. La escuela para las mujeres se convirtió en un agente socializador de las niñas en cuestiones de género.
Durante la segunda república las mujeres obtuvieron la ciudadanía civil y la ciudadanía política, la educación era concebida como el fundamento de una auténtica democracia.
La profesión de maestra era uno de los pocos ámbitos laborales en el que las mujeres habían ido conquistando, desde el siglo XIX, un terreno de afirmación, reconocimiento y legitimación en la esfera pública.
En los años treinta del siglo pasado, numerosas maestras se identificaron con las ideas de libertad de pensamiento y de cátedra, de promoción de la libertad individual y de laicismo; en las aulas utilizaban la experimentación, la creatividad y los métodos participativos de aprendizaje, trabajaban al aire libre, hacían excursiones y fomentaban la educación física de alumnos y de alumnas.
Durante la Segunda República se hizo un gran esfuerzo por mejorar la educación del país y por revalorizar la figura del maestro y maestra por su papel relevante en la sociedad. Además, en esta época se basó la formación del magisterio en unos principios pedagógicos y culturales modernos como pueden ser los de la Institución Libre de Enseñanza, en unas corrientes de pensamiento liberales y se intentó ante todo conseguir una escuela pública, gratuita, democrática, laica, mixta, etc.
Sin embargo, con el comienzo de la dictadura de Franco se controló mucho la educación y sobre todo a los maestros y maestras y las ideas que éstos pudieran transmitir. Este control se llevó a cabo de la manera más drástica y dramática posible, ya que todos los maestros y maestras fueron depurados, es decir, fueron separados de sus puestos de trabajo con el fin de ser estudiados antes de reingresar como docentes. El profesorado fue analizado por las Comisiones Depuradoras que obtenían información del alcalde de la población, de la guardia civil, incluso de los curas del lugar, para controlar ante todo las ideas sobre todo políticas y valores que podrían transmitir a las nuevas generaciones. Esta depuración de los docentes se hizo de una forma muy dura e injusta ya que si no pasaba “el filtro” podrían ser degradados en el cargo y perder su empleo y sueldo de por vida, incluso el castigo que podían recibir tras la resolución del expediente de depuración llegaba a la propia muerte.
Aquellos/as profesores/as que consiguieron dedicarse a la docencia durante la dictadura deberían formar en base al nacional-catolicismo, en el servicio a Dios y la Patria, y en base a las ideas políticas del régimen. Hubo una separación de sexos en las clases e incluso la educación que recibían niños y niñas era totalmente distinta, de hecho, se debía asegurar que la educación dirigida a las niñas estuviera encaminada a su formación como futuras madres, esposas sumisas y amas de casa “exclusivamente”.
Maestras de Rota y situación de la educación de las mujeres en nuestro pueblo…
La Escuela de niñas que perteneció a la escuela Libre de Enseñanza, a primeros del siglo XX estaba localizada en la calle Constitución (Hostal de Sixto).
Ya después de la Guerra Civil en la época franquista, las escuelas quedaron divididas en niñas y niños, al frente de maestros y maestras especializados en la educación de niños y de niñas, de manera diferenciada, a las niñas se las enseñaba a ser amas de casa y a ellos hombres de provecho: La escuela de Niñas que estaba localizada donde actualmente se encuentra la caja rural, estuvo al frente de una maestra llamada Doña María y posteriormente Doña Nati, esta maestra fue muy querida y generosa, fue ejemplo y referente para muchas mujeres a las que educó. También estaba al frente de la otra escuela Doña Maruja, soltera, cuya escuela estaba ubicada en la calle Blas Infante, arriba de donde está actualmente el Estanco de Gallego.
Por separados y esa misma calle Veracruz la Escuela de niños, de Don Joaquín donde está actualmente el comercio de Marín.
Podemos tener como ejemplos de estas divisiones y que se conservan aún en la actualidad, en nuestros centros escolares las dobles entradas una para niños y otra para niñas por ejemplo en el colegio Calasanz, e incluso Pedro Antonio de Alarcón (niños) y Luis Ponce de León (niñas)
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En España las primeras mujeres admitidas para trabajar en la administración pública, lo fueron al servicio de Correos y Telégrafos, en concepto de auxiliares de telégrafos. Inicialmente el acceso estaba limitado a “mujer, hija o hermana del encargado del servicio”, aunque más tarde se extendió la medida a mujeres solteras y viudas, en general.
Cabe destacar que en una de las convocatorias públicas obtuvo una plaza Clara Campoamor, que ingresó en Telégrafos en 1910.
Hasta los años 60, no consiguieron que se les permitiese hacer los horarios nocturnos (la primera mujer en hacerlos fue Lola Martin Moreno). Como curiosidad en aquellos años las que regresaban por la noche a sus casas de su trabajo eran ocasionalmente interrogadas por la policía, porque les parecía sospechoso la presencia de mujeres a esas horas en la calle. Tenían que llamar al jefe de servicio para corroborar que venían de trabajar.
El acceso de la mujer a la Administración Pública en general, no fue posible hasta 1918 y de nuevo solo con la categoría de auxiliar. Las primeras mujeres que ingresaron, fueron 6, cuatro en el Cuerpo Auxiliar de estadística del Ministerio de Hacienda y dos en el Ministerio de Instrucción Pública. Los nombres de estas funcionarias pioneras han quedado en el olvido.
El Ministerio que a lo largo de los años siguientes empleó a más funcionarias, siempre a nivel auxiliar, fue el de Hacienda, con 2.951 plazas convocadas en el período 1920-1935, oposiciones que aprobaron 1.135 mujeres y 1.896 hombres.
Por fin en 1963 se les permitió el acceso a las escalas superiores en las oposiciones.
En 2007 por primera vez en España hay más funcionarias que funcionarios
Trabajan 118.530 mujeres, lo que constituye el 51%.
Además, este aumento en el número de funcionarias ha sido mayor en los grupos de más cualificación, no obstante, a pesar de estos incrementos en los puestos más elevados, la presencia femenina en el grupo A y cargos de dirección todavía sigue siendo minoritaria.
Las primeras mujeres funcionarias de nuestro municipio al igual que en el resto de España fueron las señoritas que trabajaron al frente del teléfono público, ubicado este servicio en la Plaza de España donde nos encontramos en la fachada de enfrente del arco, y después en la Calle Veracruz a cargo de las Hermanas Barreras Dolores y Paca. Las mujeres que tuvieron a su cargo para aprender el oficio tenían como característica común que eran solteras o viudas, y en el momento que se casaban debían abandonar el servicio.
Por el contrario, el servicio de telégrafos solo trabaja hombres y estaban ubicado en la Calle Rosario.
Esta plaza también se sirvió de aduanas, cuartelillo de la Policía, juzgado de Paz, Banco y Casino.
Al casino tenían prohibida la entrada las mujeres, solo podían acceder si iban acompañadas de sus maridos socios, no es hasta los años 90 que las mujeres de estos socios, formaron la asociación Damas del casino, para garantizarse la entrada, y tener un pequeño espacio dentro de la sede del casino. Esta asociación fue la primera de mujeres y desde ella comenzaron a realizar actividades culturales y curso al margen de sus maridos y podríamos decir que comenzó el tejido asociativo de mujeres locales.
La primera mujer al frente de un Juzgado en Rota, tras su nueva ubicación en la Calle celestino Mutis fue en el año 1979 y se llamó Doña Margarita Estévez Osorio.
Y Nuestra primera bibliotecaria en los años 90 fue Doña Carmen Salas.
En los años 50 y 80, fue también Calle comercial y de refinos, se encontraba el comestible de Doña Visitación Guerrero y de Dolorcita (Doña María Dolores Benítez), ambas de nuevo solteras.
En la Calle Pedro la O, vivió “La pillayita” Doña Rosario Alcedo Medina, en 1874, bordo la primera bandera republicana que colgó en el balcón del ayuntamiento, se metió a monja y murió en un convento de Arcos
C/ Puyana nº 8 Doña Sebastiana Conrado Naranjo, primera mujer camionera de la provincia de Cádiz en los años 60, que conducía un camión de frutas
Pero si esta Zona nos ha sorprendido es por la cantidad de bodegas que se encontraban en ellas, y sobre todo al frente de mujeres, Viudas de en muchas ocasiones.
Sabemos que la cultura del vino en nuestra zona no permitía ni estaba bien visto que una mujer estuviera al frente, e intervinieran en los eventos públicos donde los hombres cerraban los tratos habitualmente, Toros, Tabernas o hangares. Y a nuestras Roteñas no les iba a ir mejor, así que damos cuenta con su recuerdo de su existencia, aunque la historia haya querido ocultarlas.
La más antigua que tenemos datada era la Bodega de Doña Leonor de Astorga s. XVII, viuda de Don Luis Vázquez que le dio nombre a la calle.
La siguiente es la Bodega de Doña Teresa Arjona de finales del siglo XIX.
En La Plaza Barroso en el nº 1, estaba ubicada la Bodega de la Viuda de Don Juan Florido Benítez de moscatel y tintilla de rota, esta Bodega fue premiada con medalla de oro en 1907.
En la Calle de la O encontramos la Bodega de Doña Rosario Florido que curiosamente aún conserva en su fachada las aldabas para la carga de la Uva en los burros.
Al final de la Calle constitución estaba la Bodega de las hermanas Ruiz de la Caná de Moscatel
La familia de Don Juan Martínez Niño “el Gato” (desde 1957), lleva a cabo la recuperación de la Tintilla de Rota, y tiene al frente a sus hijas y nietas que actualmente son la generación de mujeres bodegueras y etnólogas más consolidadas de nuestro municipio.
Este edificio tan emblemático de nuestra Villa ha tenido muchos usos, el principal y más antiguo es que fue la residencia de los Duques de Arcos y como curiosidad deciros que en el siglo XVI Doña María Girón murió en sus aposentos, dando a luz al único duque de arcos nacido en Rota, Don Luis Cristóbal.
Posteriormente fue hospital principal de nuestra localidad hasta crearse el actual Centro de salud. En este edificio nunca hubo mujeres médicas, pero si enfermeras y matronas tituladas.
En España, aunque la enfermería no fue considerada como una profesión hasta el siglo XIX, el cuidado de los enfermos ha sido una tarea que históricamente ha sido desarrollado por mujeres. Durante siglos, allá donde hubiese una persona necesitada de cuidados había una mujer. Ya fuese debido a un sentimiento maternal de empatía hacia los que sufren, o por asunción de roles perpetuados de generación en generación, durante siglos las mujeres hemos tenido el papel de cuidar a los enfermos. Se trataba de una ancestral división de papeles entre hombres y mujeres a través de la cual se asignaba en exclusiva la labor de curar a los hombres, mientras que las mujeres solo podían dedicarse a cuidar de los enfermos.
La Mujer en España hasta el año 1874 no encontramos a la primera mujer que acudió regularmente a las clases de la facultad, se llamaba Doña Dolors Aleu Riera (1857-1913). Dolors, NO lo tuvo nada fácil pues el recelo que ocasionaba su presencia en la facultad le obligó en más de una ocasión a acudir escoltada por dos policías proporcionados por su propio padre, jefe de la policía municipal de Barcelona.
Tuvo el honor de ser la primera mujer en ejercer de médica de forma oficial y más concretamente en una consulta privada de ginecología y pediatría en Barcelona durante veinticinco años (1882-1907).
En nuestra localidad, Queremos hacer mención a la labor de dos mujeres insignes que ayudaron y sanaron a los enfermos, ayudaron a traer a los Roteños y Roteñas en sus domicilios, ya que no había Hospital cercano, salvo para graves emergencias. Estas fueron Doña Mercedita y Doña Isabelita las comadres.
La primera mujer médico de nuestro pueblo llegó en el año 1970 y se llamó Doña María Josefa González Cid, ya ubicada en el centro de Salud actual.
Por último y antes de ser sede de la Alcaldía de nuestro Excmo. Ayuntamiento de Rota, fue colegio de niñas regentado por monjas salesianas de San Juan Bosco.
El derecho de sufragio tiene dos vertientes la parte pasiva que es poder ser elegido/a cargo público, (ser político/a) y el activo que es poder votar.
En España desde la Constitución de La pepa 1812, las mujeres podían ser cargos públicos, pero no podían votar. En dos siglos (doscientos años) hasta alcanzar el voto en la constitución de 1931, con la II República, solo 40 mujeres fueron políticas.
Pero en el debate de esa constitución de 1931 hubo, muchos en contra de darle el voto a las mujeres con argumentos biológicos incluso como “a la mujer no la domina la reflexión y el espíritu crítico sino la emoción y todo lo que tiene que ver con los sentimientos”, o que “las mujeres votarían lo que sus maridos y la Iglesia dijeran, ya que no tenían criterio propio”.
Fue Doña Clara Campoamor, Diputada por el partido Radical, la primera impulsora y defensora a ultranza de este derecho, que finalmente fue aprobado en el texto de la Constitución de 1931.
La primera vez que las mujeres pudieron acudir a unas urnas fue el 19 de noviembre de 1933.
Poco duró esta igualdad entre hombres y mujeres ya que, con la llegada de la Guerra Civil y posterior dictadura, la mujer perdió derechos y poder de decisión, quedando excluida su presencia de la política, la cultura y del trabajo remunerado.
La imagen de la mujer durante las décadas posteriores fue relegada de nuevo a madre, esposa y guardiana del hogar y la familia. Se suprimían así los avances en cuestión de derechos que se habían conseguido antes de 1936. Su nueva “obligación” en la sociedad era obedecer a su marido no pudiendo hacer ningún tipo de gestión sin el consentimiento del mismo.
El código civil del franquismo, las limitó profundamente de derechos, y las hizo dependientes del marido o del padre no podía abrir una cuenta corriente, ni sacar el carnet de conducir, ni vender ni comprar, ni lo suyo siquiera, ni viajar sin autorización, las consideraron menores de edad, NO podían ser miembros de la política, y Si podían votar, pero no lo ejercían ya que debían obediencia al marido y estaba mal visto.
Las elecciones libres de 1977, en plena Transición, fueron un hito histórico y esperanzador para todo el pueblo español, pero de manera especial para la mujer, que había sido ninguneada y privada de sus derechos durante décadas. Desde entonces tenemos plenos derechos políticos tanto de votar como de poder ser elegidas presidentas del Gobierno, o Alcaldesas.
El Castillo de Luna es sede de la Alcaldía y enclave actual de la política local en la sala de plenos.
En la antigua sacristía se conservan las fotos de todas las legislaturas constituyentes democráticas donde es curioso observar cómo cada vez más mujeres ocupan asientos políticos en nuestras corporaciones.
Podemos ver en la foto de la primera legislatura constituyente de 1979, había solo dos mujeres Doña Mercedes González Bernal “Pinterra” y Doña Antonia Letrán en Rota, primeras concejales constituyentes.
Constamos en nuestro municipio con Doña Encarna Niño Rico, primera Diputada nacional en nuestro Pueblo y a Doña Eva Corrales Caballero, primera Alcaldesa Mujer de nuestro Pueblo.
01. Torre de la Merced
02. Mercado Central de Abastos
03. Plaza de Andalucía
04. Plaza de España
05. Parada Plaza Barroso, Pedro la O y Luis Vázquez
06. Castillo de Luna
07. Salón Capitular