La familia de la Roteña dedica su salón social a Manolo Vilela 'la sonrisa eterna de la U.D. Roteña'
La emoción, el reconocimiento y el agradecimiento de la familia rojilla hacia Manolo Vilela ha quedado este sábado plasmado para siempre en la fachada y la entrada de su salón social, que desde hoy lleva el nombre de quien fue y siempre será "la sonrisa de la Roteña', Manolo Vilela.
Directivos y representantes de la U.D. Roteña empezando por su presidente, Manolo Santamaría, la secretaria, Almudena Macías, familiares representados por Manolo Vilela, sobrino y Víctor Helices, uno de sus hijos, así como amigos del homenajeado como Antonio Plaito entre otros, tomaron la palabra en el transcurso del acto para destacar la valía, alegría, carácter, pasión y empeño con el que durante décadas Manolo Vilela trabajó por y para la Roteña.
El delgado municipal de Deportes, José Antonio Medina, que asistió acompañado por otros miembros del gobierno como los delegados Jesús López y Juan José Marrufo, felicitó a la UD Roteña por la acertada rotulación de este salón dedicado a Vilela con el que rinden este "merecido homenaje" a una persona que tanto ha aportado al tejido asociativo en general y a la Roteña en particular.
Juan Conejo como impulsor de esta iniciativa dedicó una sentidas palabras a Manolo Vilela al que se refirió como "un compromiso con la entidad, una filosofía de vida, que se tomaba muy en serio llevar la alegría a los demás, en definitiva : la sonrisa eterna de la Unión Deportiva Roteña".
Tras el turno de intervenciones, llegaba el momento de descubrir el rótulo realizado por Manuel Benítez que se ha ubicado en la fachada del centro social del club que desde hoy luce con el nombre de 'Centro Social Manolo Vilela", así como el azulejo elaborado por el roteño Mario Muñoz para la ocasión y que también rotula, ya en el interior del campo este centro.
Las fotos de familia junto al azulejo y la convivencia de la familia rojilla pusieron el broche final a este acto que la Roteña vivió con alegría y entre amigo, como le hubiese gustado a Manolo Vilela.
