Colocada la primera piedra de las obras que solucionarán los vertidos en el aliviadero de la calle Écija

Las obras resolverán uno de los principales problemas medioambientales que la ciudad venía arrastrando desde hace años
Esta mañana se ha colocado la primera piedra de las obras que el Ayuntamiento va a acometer para solucionar los vertidos en el aliviadero de la calle Écija. Unas obras que darán respuesta a uno de los principales problemas medioambientales que la ciudad venía arrastrando desde hace años, y que además afectaba a un entorno tan valioso como el de la playa de la Costilla.
El alcalde de Rota, José Javier Ruiz Arana, junto con el Jefe de la Demarcación de Costas, Patricio Poullet Brea y el gerente de la empresa Garrucho, Antonio Garrucho, han sido los encargados de colocar la primera piedra en un acto en el que también se ha firmado el acta de replanteo que dará paso al inicio inminente de las obras enmarcadas en esta primera fase del proyecto.
En el transcurso del acto, que ha contado con la presencia de miembros de la Corporación municipal, el alcalde subrayó la importancia y significado de estas obras que van a resolver un problema histórico de la ciudad, y que además destacan por su gran envergadura. De hecho, la ejecución de las obras de esta primera fase adjudicada a la UTE formada por Garrucho S.A. y Obras Marítimas y Submarinas S.L., supondrán una inversión de 2.140.000 euros, una cantidad muy significativa que supondrá un gran esfuerzo para este Ayuntamiento, que financiará el total del citado presupuesto con fondos propios.
El primer edil recordó que este proyecto, que es uno de los compromisos que el Gobierno municipal asumió con la ciudadanía, viene de un estudio que se realizó en 2015 que desembocó en un proyecto integral para dar solución a esta problemática abarcando no solo este punto y sino también otros ubicados en la playa de la Costilla. Así, el inicio de estas obras, que se calculan puedan finalizar para finales de la primavera del próximo año, dejan atrás años de trabajo, multitud de gestiones y pasos que se han tenido que superar, comenzando por la redacción de un proyecto de gran complejidad, y pasando por sucesivos trámites y dificultades a nivel de aprobaciones e informes por parte de distintas administraciones, así como por la licitación de la obra, cuyos plazos también se vieron afectado por el estado de alarma.
Ruiz Arana destacó que siendo la playa uno de los recursos más importantes, “teníamos el deber de resolver este punto de vertido que cuando llueve de manera muy fuerte ofrece una imagen que no es la que queremos para nuestra ciudad, y acabar también con esta problemática medioambiental”.
Por eso, el alcalde insistió en la importancia de esta actuación que se presenta como el “mejor proyecto que hemos podido plantear y que podemos acometer como Ayuntamiento”, defendiendo así el proyecto ante colectivos y entidades que cuestionan esta obra.
En este punto, el alcalde quiso subrayar que el municipio depura el 100% de sus aguas residuales, y solo cuando se producen lluvias importantes es cuando se hace necesario abrir estos aliviaderos, por lo que se trata de ocasiones muy puntuales que pueden suponer un 5% mientras que el resto del año todas las aguas van a la depuradora correspondiente.
Finalmente, el alcalde quiso agradecer el trabajo de los técnicos de MODUS y Medio Ambiente, de las administraciones implicadas, así como de las áreas municipales de Contratación y Hacienda; y adelantó que una vez terminen estas obras, que cuentan con un plazo de unos ocho meses, se comenzará a trabajar para ir completando las restantes fases de este proyecto que supondrá una inversión global superior a los seis millones de euros.
Por su parte, el director técnico de MODUS, Manolo González, fue el encargado de explicar ‘in situ’ esta obra, que comenzó por situar dentro de un contexto más general para poner de relevancia su enorme importancia. Según indicó, el aliviadero forma parte de una red más compleja del saneamiento de la ciudad, y es uno de los tres puntos de alivio de uno de los principales colectores de la ciudad que va desde el puerto deportivo a Virgen del Mar y el recinto ferial.
En este sentido, aclaró que el proyecto global que se llevará a cabo sobre este colector que forma parte de la red desde los años 70, pretende eliminar los aliviaderos de Costilla y Virgen del Mar y adecuar a la normativa el de la calle Écija, resolviendo así problemas de circulación de las aguas residuales y de lluvia, así como de vertidos.
Esta fase consiste en tres partes principales: una arqueta de desfase de grandes dimensiones que irá ubicada en la confluencia de la calle Écija con el paseo marítimo y que va a permitir retener toda la parte sólida en suspensión en las conducciones de saneamiento, de manera que el emisario tan solo lleve al mar las aguas pluviales; la canalización de desagüe al mar con un tubo de polietileno de un diámetro de 1 metro y 80 centímetros y una longitud total de 368 metros; y una arqueta de salida circular que llevará las aguas pluviales a 200 metros de la línea de la marea baja.
El inminente inicio de estas obras son sin duda una gran noticia para la ciudad, que verá cómo por fin se soluciona uno de los graves e históricos problemas medioambientales de la localidad.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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